En la pág. 13 del Heraldo del jueves 21 de mayo, se puede ver una foto en la que aparece Sor Lucía Caran vestida de monja y al Presidente de Cataluña. Y junto a ésta, un texto encabezado por un rotulo que dice: «Sor Lucía Caram se declara «enamorada» de Artur Mas». Estimo que su presencia y sus declaraciones públicas dichas en época de elecciones, son claramente un acto de apoyo al partido Convergencia y Unió. Yo creo que esta señora tiene derecho de apoyar a quien quiera, siempre y cuando se quite el hábito de monja. Pues al llevarlo, está utilizando lo que representa en beneficio de sus ideas, además de confundir al personal. Parece que Sor Lucía fuera en representación de la opinión de la Iglesia. Cosa que no es cierta, porque según reza en el periódico: «El nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, le ha llamado al orden». Y ésta se ha negado a obedecer aduciendo: «No me amordazarán». Si cree esta monja que con su actitud y su incontinencia verbal va a ayudar a los pobres, -¿a qué pobres se referirá?-, mi criterio es que les va a hacer un flaco favor tanto a ellos como a ella misma…