Los escritos de Venancio

Blog de Venancio http://unasmiradasamishorizontes.blogspot.com.es/

Facebook de Venancio https://www.facebook.com/venancio.rodriguezsanz?fref=ts

Entrevista a Venancio

“Mi amor es la montaña. Es la fuente de inspiración en donde bebo y me alimento” Venancio Rodriguez
Hace unos años, conocí a Venancio.
Recuerdo, que fue uno de los espacio Joven, de hace 3 o 4 años, cuando decidimos radio la granja traer a los escritores al acto. (asociación aragonesa de Escritores)
Desde entonces, Venancio siempre ha estado en actividades granjeras participando, y contando / representando su poesía al mundo.
Hace ya un tiempo, desde la página de interactuándonos, me pareció interesante dar voz a todo el mundo que quisiera escribir, siendo Venancio uno de los que más artículos nos pasaba.
Y nos sigue pasando. Y es que este autor, que también conjuga el teatro con su propia poesía, se mete en el papel de diferentes personajes para dar de sí lo mejor de cada uno de ellos. Vamos que no te dejará indiferente.
Por eso desde interactuándonos, me parece interesante agradecer sus escritos (publicados la mayoría por medio de Facebook), para que siga con su poesía, seguir dándole fuerza y seguir con ese alma de poeta que tiene dentro y que es tan difícil de ver en la época actual.
 Hola Venancio, ¿Cuánto tiempo llevas escribiendo poesía?: −
Unos 15 años
Desde entonces, has participado en cuentos, certámenes, cuéntanos un poco alguno de ellos: 
Yo siempre había escrito poesías en algunos momentos especiales de mi vida, pero después la rompía. Empecé a guardarlas gracias a una amiga que me invitó a la tertulia literaria “Van gogh” que está en la calle Espoz y Mina. A este pub acuden gran cantidad de poetas y poco a poco fui descubriendo mi pasión por las letras. Aunque mi paso por esta tertulia fue un poco traumático, por razones que no vienen al caso, de allí saqué muchas cosas buenas. En solitario seguí escribiendo y presentándome a distintos concursos literarios en los que a veces ganaba. En este momento poseo más de 20 premios en diferentes certámenes. Más adelante, y por curiosidad, también me presentaba a los concursos de cuentacuentos, monólogos y recitales en los que gané en alguna ocasión también. En la actualidad escribo semanalmente artículos de opinión para el periódico semanal de Garrapinillos, de los cuales también mando a diferentes periódicos del país. Sigo escribiendo poesías aunque con menos intensidad porque mi mente está enfocada en los acontecimientos sociales para poder opinar sobre ellos.
Alguna anécdota de tus participaciones en eventos:
Un día que fuimos todos los de la tertulia a celebrar el fin de año en un restaurante, quedamos en que al final había que leer alguna poesía. Normalmente se hacía sentado, pero en aquella ocasión nos teníamos que poner de pie, yo llevaba poco tiempo recitando delante del público y me ponía muy nervioso. Cuando me levanté para leer la mía, me temblaba tanto el pulso que me fue casi imposible leerla. En fin, he de reconocer que siempre he sido muy tímido y lo sigo siendo, aunque con el tiempo he conseguido dominarme.
Algo más que nos quieras contar …
Para mí, escribir ha sido un desahogo . Ha sido un descubrimiento fantástico. Yo recomiendo a todo el mundo que escriba por muchas razones: la primera, para descargar todas esas cosas que uno tiene dentro de sí. En segundo lugar, porque el escribir te obliga a estar despierto ante el mundo y sus acontecimientos. Y en tercer lugar, porque al estar despierto, uno analiza más todo los que siente, lo cual te lleva a un conocimiento más profundo de unos mismo. Muchas gracias, por participar en interactuándonos, que es de todos …
Gracias Venancio 
Gracias a vosotros y a radio “La Granja por la oportunidad que me ofrecéis de poder expresarme delante de un público. Un abrazo.
Venancio Rodríguez Sanz

 

 

TODAVÍA QUEDAN BUENAS PERSONAS Un domingo cualquiera, alguien se levantó a las 6:30 para ir a la montaña: se vistió, desayunó, salió de su casa y, mientras se dirigía al sitio donde había quedado con sus amigos, se encontró un pequeño monedero en un portal. Había muchas monedas esparcidas por el suelo. Las recogió y las metió dentro de la pequeña bolsa. Miró dentro del mismo y, entre algunos billetes, sobresalía un carnet de identidad. Lo cogió para saber el nombre del propietario, después lo volvió a meter y cerró la cremallera. Durante todo el día estuvo pensando en lo que debía de hacer. Durante todo el día estuvo luchando consigo mismo. Por la tarde, estaba agotado. Llegó a su casa, dejó todos los bártulos y salió a la calle: llegó a un bloque de pisos, tocó un timbre, se puso una mujer, bajó un hombre, le extendió el carnet, el chico sopló, después le entregó el monedero, le dio la mano y se fue. Mientras se alejaba, el chico musitó: «Todavía quedan buenas personas». El montañero contestó: «Soy Cristiano». Venancio Rodríguez Sanz

LA MEMORIA DE LA PIEL

Una montañera de cierta edad le pregunta a un chico: ─ ¿Cómo se llama esta zona? Y el chico le contesta: ─ Pues no lo sé. Soy un ignorante de los nombres de las montañas. Los intelectuales van por allí arriba. La señora vuelve a preguntar: ─ Es que me gustaría saber cómo se llama esta montaña. Y el chico le pregunta: ─ ¿Y para qué lo quiere saber? La señora le responde: ─ Me cuesta recordar. Lo intento, lo intento, pero no consigo acordarme de los nombres. A lo que el chico repone: ─ Hay técnicas para memorizar. Pero eso no le va a ayudar a ser feliz. Le ayudará a seguir adelante recordar una caricia. Le ayudará a superar las amarguras un beso. Le ayudará a sobrellevar la vida un abrazo. Le ayudará a seguir adelante una poesía… Sin decir nada, la señora sonríe. El chico sigue hablando: ─ Déme la mano. La señora se la da. El chico le coge la mano y por el dorso de ella le hace una lenta caricia, y le dice: ─ Recuerde esto señora, ¡Ah! Recuerde también que la piel tiene memoria. Venancio Rodríguez Sanz

AURORA

Tu sonrisa; deshielo… Carámbanos cuelgan de sus nidos golondrinas que, como todos los años tornan con sus cantos alegres. Sonrisa, vuelve a mí como la primavera con sus amapolas, alegría, margaritas, risa, violetas salpicadas de verano preñados de tu aurora. Venancio Rodríguez Sanz

CARTAS AL DIRECTOR DEL HERALDO DE ARAGÓN: EL TERRORISTA

-Mire usté Ceñó diretó del Eraldo de Haragón:
Yo, yo quería publicá una nociticia, aber zi le gusta, con todo respeto: «Una zeñora mu anciana iva a cruzá la calle, pero no podía, porque estava mu transitá de transito. Un niño de zinco años viéndola padecé, ce ofreció a ayudarla, y la ayudó a cruzá».
¿Qué le paece, Ceñó la noticia?
– Nada, nada, esto no vale.
-¿Y esta otra?: «Un hombre: terrorista, machista, depravado, manipulador, cruel, sangriento, etc. etc… Mató a sus hijos, a su mujer y a los padres de ésta. Después se arrancó las venas del cuello y se arrojó desde un décimo piso. En su caída fue dándose golpes con los colgadores de ropa que encontraba a su paso y, en cada colgador se dejaba un miembro de su cuerpo. Al suelo solo llegaron los dientes, dientes que recogió un joven que por allí pasaba y se hizo con ellos un pearcing que se colocó en los testículos». ¿Qué le parece esta noticia: señor director de las cartas al Heraldo?
-¡Hombre! Haber empezado por ahí.
De Venancio Rodríguez Sanz

¿QUIÉN DEMONIOS HABLA CUANDO HABLAMOS?

A pesar de las innumerables investigaciones realizadas, no se sabe con certeza cuándo y cómo nació el lenguaje. Aunque muchos investigadores tratan de echar luces sobre este misterio, sus resultados no pasan de ser más que meras especulaciones. Pero, ¿qué ocurre en una mente que no posee ningún código para expresarse? Sucede que es un caos, todo es confusión y oscuridad. Y cuyo único norte es el instinto básico. Helen Adans Keller a la edad de 19 meses, sufrió una grave enfermedad que le provocó la pérdida total de la visión y la audición. Su incapacidad para comunicarse desde temprana edad fue muy traumática para Helen y su familia, por lo que estuvo prácticamente incontrolable hasta los siete años. En el primer versículo del Evangelio de San Juan dice:”En el principio existía la palabra, la palabra estaba con Dios y la palabra era Dios”. Teniendo en cuenta la antigüedad de estas palabras, la persona que las escribió y, según expertos en ligústica como: Chomsky, Levy- estrauss, Saussure, etc. La vital importancia que tiene el lenguaje en nosotros: “No acierto a comprender, ¿cómo pudo pronunciar San Juan tan reveladoras palabras?”.

Venancio Rodríguez Sanz

SOR LUCÍA CARAM O EL FLACO FAVOR

En la pág. 13 del Heraldo del jueves 21 de mayo, se puede ver una foto en la que aparece Sor Lucía Caran vestida de monja y al Presidente de Cataluña. Y junto a ésta, un texto encabezado por un rotulo que dice: «Sor Lucía Caram se declara «enamorada» de Artur Mas». Estimo que su presencia y sus declaraciones públicas dichas en época de elecciones, son claramente un acto de apoyo al partido Convergencia y Unió. Yo creo que esta señora tiene derecho de apoyar a quien quiera, siempre y cuando se quite el hábito de monja. Pues al llevarlo, está utilizando lo que representa en beneficio de sus ideas, además de confundir al personal. Parece que Sor Lucía fuera en representación de la opinión de la Iglesia. Cosa que no es cierta, porque según reza en el periódico: «El nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, le ha llamado al orden». Y ésta se ha negado a obedecer aduciendo: «No me amordazarán». Si cree esta monja que con su actitud y su incontinencia verbal va a ayudar a los pobres, -¿a qué pobres se referirá?-, mi criterio es que les va a hacer un flaco favor tanto a ellos como a ella misma…

A VER, PREGUNTA: ¿UN GARAJE ES UN WATER? Tengo una plaza de garaje en la calle Martín Abanto nº 3 de Zaragoza, que es el vivo ejemplo de lo que pasa en el mundo. Entre la persiana y la acera hay un pasillo de unos 5 metros de profundidad. Muchas mañanas nos encontrábamos con la desagradable sorpresa de que alguien se había aliviado allí sus esfínteres. Como solución, la comunidad de propietarios acordamos cerrar ese espacio con una puerta mecánica. Aunque las sorpresas desagradables terminaron, aquí no se acabaron nuestros problemas. La puerta que colocamos, a menudo se estropea debido a que hay usuarios que empujan o golpean con sus coches a la misma con el consiguiente gasto. Y es que, la calle es muy estrecha y los coches grandes tienen que hacer maniobras para entrar. Los clásicos griegos decían: «Los dioses nos castigan atendiendo nuestras súplicas». Aunque se me adelantaron un poco, yo he llegado a la misma conclusión gracias a mi garaje. Ahora lo veo claro y me pregunto, ¿quién nos hemos creído que somos nosotros, los opulentos propietarios, para privar a esa pobre gente de la necesidad de aliviar sus apretones en nuestro garaje? ¡Eh! Venancio Rodríguez Sanz

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