Hablamos con la cantante Layla Añil

Tenemos la suerte de poder entrevistar a Layla Añil, una joven de andorra (Teruel) que está arrasando en el panorama Aragonés, desde aquí todo el apoyo para todos esos cantantes que luchan / guerrean para mostrarnos su arte, en todos los sentidos. 

Hemos visto varios links en internet, sobre tu último disco «A mi alrededor» con el videoclip «Trafalgar»

https://www.cartv.es/aragoncultura/nuestra-cultura/layla-anil-una-andorrana-pegada-a-una-guitarra

http://www.zgrados.com/charlas-bajo-zero-layla-anil/

Darte la enhorabuena por el éxito del crowfounding de tu disco «A mi alrededor» y de las visualizaciones de tu videoclip «Trafalgar»

¿En qué te inspiras cuando haces una canción como Trafalgar?

Lo primero, gracias por esas palabras bonitas, en estos momentos para mí son de vital importancia.

En cuanto a Trafalgar, es una canción muy especial para mí. Nació una noche de verano, allá por el 2018, cuando me encontraba trabajando con un grupo de jóvenes maravillosos, esos mal llamados “menas” en los noticieros, aquí en Zaragoza.

Recuerdo que aquel día había sido intenso, mucho más que otros. Yo me disponía a hacer lo que en mi jerga se llama una intervención socioeducativa,  pero volví a casa con el rabo entre las piernas y una sensación inmensa de que ese día ellos me habían intervenido a mí.  Digo esto, porque en esta canción cuento lo que a mí me ocurrió mientras escuchaba a uno de ellos contarme su propia historia. Y lo digo claro y con rabia: me abrió como un puñal. Dejó mi alma como una cuneta.

Jamás nada me había confrontado tanto con la realidad, los valores, y el mundo en que vivimos, que la historia que me regaló un chaval risueño y asustado por mi posible sanción ante su incumplimiento del día: no ir a clase. Pero, ¿y quién ha cumplido con él alguna vez en su vida? (me preguntaba yo mientras él recorría su memoria).

Ipsofacto me levanté y me fui dando por zanjada tan ilusa intervención. Me sentí ridícula e indefensa ante una realidad tan enormemente bestia. Pensé que aquello jamás debería haber ocurrido, y que tal vez eran otras cosas las que deberían ser sometidas a intervención social diaria y a sanción por incumplimiento infinito de todas las normas sociales habidas y por haber.

Al llegar escribí esta canción. Una canción que habla de heridas de pena y de alambre y que sentencia lo que habría sido la conclusión de mi informe social: yo en sus ojos veo el mar, veo el mundo que nos lleva hacia ningún lugar.

Así que no cuento en ella la historia real, la suya. Cuento mis sentimientos al oírla,  ya que jamás desvelaría con mis palabras la historia de otro. Pero sí que intenté utilizar la música como guiño para que el lector pudiera imaginar o ambientar mejor los paisajes de esa historia. Por eso, aunque se llame Trafalgar, y hable del mar, la música nos lleva a un viaje de country desértico.

Tampoco en el videoclip quisimos abordar el drama. En él únicamente se refleja el desvelo que causó en mí ese sentimiento. Un desvelo que a días todavía me despierta y me lleva a la arena y al mar.

También diré que, a diferencia de otros temas, que se han fraguado a fuego mucho más lento, trafalgar es visceral. Es emoción y rabia casi instantáneas.

Tus canciones me recuerdan a intimismo, melancolía, pero también esperanza, ilusión y transparencia, ¿pretendes despertar emociones al que lo escucha?

Sí. Si hay algo que intento a través de la música es despertar cosas en aquellos que la escuchan. Y efectivamente, no todo son cosas tristes. Yo digo que en “a mi alrededor” intenté que la gente pudiera encontrar un viaje de vuelta a lo espiritual. La mayor parte de canciones las he compuesto desde ese prisma, el de la reflexión profunda sobre los aprendizajes que te va dando la vida y la marca que dejan en ti, en tu espíritu. Y digo espiritual porque creo que hasta que las cosas no trascienden de mente y cuerpo hasta este tercer plano, no sientes realmente que el aprendizaje está hecho, y la llamada o la necesidad de compartirlo.

Creo que las mejores ideas, pensamientos e historias se cuentan desde ese prisma. Lo que nos cuenta el cuerpo y la mente a veces es engañoso. Pero el espíritu intuitivo… ese es el único libre realmente para expresar.

¿Cuáles son los artistas a los que más sigues, y si estos influyen en tus canciones?

Pues sigo a muchos artistas de muchos géneros diferentes. Me gusta la canción de autor, el pop indi, el rock, la música folk y también algunas tendencias de electrónica. En Layla nunca me ceñí a ningún estilo al componer, así que las influencias serán todas las de la música que voy escuchando por temporadas. Reconozco que algunos de mis grandes de siempre son Dylan, Amaral, Simon y Garfounkel, Zahara, Quique González y Silvio Rodríguez. Pero en realidad, yo hago lo que puedo con mi guitarra y la voz desde casa, y en La Banana, con Franky, intentamos producir el tema siempre buscando volver a lo que había en mi cabeza cuando la compuse, a esos instrumentos  y sonidos que yo no pude hacer y que estaban ahí desde el principio.

Me han dicho en varias ocasiones que recuerdo a Ella Baila Sola. Supongo que es inevitable. Ella Baila sola, con Marta y Marilia, acompañaron mi infancia y mi adolescencia. Me encantaron y me sigo poniendo aquel “Despídete” de cuando en cuando. Y años después he sido consciente de la fuerza del nombre de esta pareja. Yo también reivindico que deberíamos bailar solas y solos más de vez en cuando. Quizás este mensaje esté en mi subconsciente y le lanzo un guiño a través de Lola Libertad.

Podremos verte pronto en alguna sala, ¿nos puedes adelantar algo?

Os adelanto que estoy trabajando para montar directo y poder presentar a mi alrededor lo más pronto posible dentro de las circunstancias de ahora. También os digo que los últimos ensayos los he tenido que suspender, debido a los cierres perimetrales. Pero sí. Prometo que habrá directo, con mis medios y recursos, pero directo.

Algo más que nos quieras comentar 

Sí, además de darte las gracias y felicitarte por tu maravilloso proyecto, del que también me encanta el nombre, diré que aunque me gusta conversar sobre mis canciones y mis letras, y he cogido del mundo cantautor ese afán por hacer llegar mensajes, también me gustaría decirle a la gente que se sienta libre de escuchar en cada canción lo que realmente le inspire: me he encontrado con interpretaciones chulísimas de algunas de mis canciones, que nada tenían que ver con lo que yo estaba contando. Y sinceramente, me parece brutal poder remover algo más allá de mi propósito.

Por último, mencionar que el resultado de este álbum es producto del trabajo de un bonito equipo que he mencionado en numerosas veces a mis redes sociales.

Para ver más reportajes hacer click https://interactuandonos.com/vamos-a-conocer/

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